TUTA ABSOLUTA

La Tuta absoluta es un pequeño lepidóptero de hábitos nocturnos, con un elevado potencial reproductivo (hasta 12 generaciones al año) que genera daños sobre todas las solanáceas. Es una plaga procedente de Sudamérica que se introdujo en España en 2007 y que afecta especialmente al cultivo del tomate. La hembra efectúa la puesta de huevos en la parte aérea de la planta, mayoritariamente en el anverso de las hojas. Las larvas son de color crema, con la cabeza oscura y atacan a las plantas en cualquier estadio de desarrollo. Las pupas se identifican fácilmente pues están envueltas de un capullo blanco y sedoso que las rodea.

Los daños producidos por la Tuta absoluta son fácilmente visibles y permiten una rápida observación de los primeros síntomas. Cuando eclosionan los huevos, las larvas penetran en los frutos, en los tallos o en las hojas, creando galerías blancas al alimentarse únicamente del mesófilo (la epidermis queda intacta). Estas galerías son irregulares y posteriormente se necrosan, afectando el desarrollo de la planta. Las galerías sobre los tallos perjudican el desarrollo general de las plantas atacadas. Los frutos afectados se identifican al observar un pequeño agujero en su superficie, señal inequívoca que la larva está (o ha estado) en su interior. Una sola larva ataca a distintos frutos, pudiendo verse afectados posteriormente por la acción de patógenos secundarios. Los frutos pueden verse atacados en cualquier estadio de formación y generalmente acaban por perderse. Con fuertes infestaciones es capaz de destruir la totalidad del cultivo.

 


 

CARPOCAPSA

La carpocapsa es un lepidóptero que afecta especialmente (aunque no exclusivamente) al manzano. Los adultos son pequeñas mariposas crepusculares de 20 mm de color gris ceniza. Ponen huevos mayoritariamente en la parte superior de las hojas. Una vez eclosionan, las larvas (de color blanco con la cabeza oscura) penetran en el fruto. Es en este momento cuando se pueden observar los primeros síntomas de la presencia de la plaga. Aparecen pequeñas perforaciones en los frutos con un característico serrín en la parte de la cavidad que generan en la epidermis. Este serrín es muy pequeño y de color claro cuando la larva recién ha penetrado el fruto. A medida que la larva crece y penetra en profundidad se va haciendo más voluminoso y más oscuro. El agujero de entrada también representa una vía de infección por parte de hongos, que propicia la pudrición del fruto. La mayoría de los frutos afectados no llegan a la cosecha y caen antes de tiempo. La pérdida de producción suele ser muy importante.