El baile de las abejas es la forma que poseen dichos insectos de ubicar el alimento y comunicárselo a sus compañeras.

La forma en la que las abejas de la miel localizan el alimento es una cuestión que ha intrigado a los naturalistas ya hace siglos, puesto que la comunicación entre varios animales todavía continúa siendo un secreto para los etólogos.

Hace subjetivamente poco se encontró el baile de las abejas, un complejo sistema de comunicación por medio de movimientos corporal. Sigue leyendo para saber más sobre este curioso y sofisticado comportamiento.

La danza de las abejas: el lenguaje secreto

Las abejas de la miel (Apis mellifera) son insectos con una compleja composición social. Al vivir en colmenas, se alimentan del néctar de las flores que hay en la naturaleza, por lo cual cumplen un papel clave en la polinización de los ecosistemas y el mantenimiento de la flora.

Conocemos como «danza de las abejas» a un complejo sistema de comunicación que poseen las abejas obreras para transmitir al resto del panal la dirección y distancia de las flores que descubren en su averiguación. Esto se consigue por medio de una secuencia de movimientos y «meneos» corporal.

El baile en sí está basada en 2 principios: angulación y duración. La angulación nos sugiere la dirección del alimento respecto del sol y la duración de el baile la distancia. En el siguiente apartado revisaremos dichos conceptos.

Tipos de danza de las abejas

A enormes aspectos, hay 2 tipos de danza de las abejas: una danza redonda y el baile con meneo. Una vez que una fuente de alimento está a menos de 50 metros de la obrera , esta ejecuta una danza redonda. En ella, la duración de la misma sugiere la distancia a la fuente de alimento, empero sin especificar la dirección.

El baile con meneo tiene sitio una vez que la abeja ha encontrado la fuente de alimento a bastante más de 150 metros. La obrera que la ejecuta vuela online recta, regresa en un semicírculo al punto de inicio, para luego hacer un desplazamiento contrario y simétrico.

A medida que hace el desplazamiento central, el cuerpo humano de la abeja lleva a cabo un «meneo» de lado a lado. Paralelamente, emite un ruido de baja frecuencia. La distancia del instante del meneo es el indicativo aproximado de la distancia de las flores.

El ángulo marca la dirección

Como hemos podido ver, la representación de la distancia a la que se hallan las flores es bastante fácil. No obstante, comprender cómo las abejas comunican la dirección en la que está el alimento es algo más difícil.

Las abejas usan el panal en forma de mapa, para representar los alrededores de la colmena. El ángulo que adopta la abeja con interacción a la vertical del panal es la clave. Si la abeja desea indicar que las flores permanecen en la dirección del sol, realizará la porción del meneo en dirección al techo del panal y a la inversa.

Si la dirección es un ángulo concreto, pongamos 60 grados al oeste del Sol, la abeja va a hacer aquel ángulo con en relación a la vertical. De esta forma, dichos insectos alados conocen la dirección de sus fuentes de alimento con una danza subjetivamente compleja.

Una indagación paciente e interrumpida

Este sistema ha sido descubierto por el etólogo austriaco Karl Von Frisch, un conocido investigador de dichos insectos que inició a laborar en los años treinta. No obstante, tras el ascenso al poder en Alemania del partido nazi, ha sido apartado de sus resposabilidades por tener antepasados judíos.

Todavía de esta forma, gracias a una horrible plaga sobre las colmenas en Baviera, ha sido denominado para intentar de atajarla, por lo cual ha podido avanzar sus averiguaciones. Finalmente, tras arduos esfuerzos, alcanzó mostrar este mecanismo, lo que le valió el premio nobel de Fisiología en 1973.

¿Podemos estar comunicados con las abejas?

Ahora que hemos conocido cómo funciona el baile de las abejas, tenemos la posibilidad de explorar varias modalidades que se abren. Una de ellas es la de estar comunicados con las abejas de la miel, o sea, emular su baile para saber si podrían ser capaces de interpretarlo de forma correcta.

Un conjunto de estudiosos de la universidad de Harvard inició a laborar con RoboBee, un diminuto robot con forma de insecto.

Este talento es bastante eficaz para la toma de datos del medio ambiente debido a su diminuto tamaño y su versatilidad y en esta situación ha sido usado para examinar la conducta animal. RoboBee ha sido introducido en una colmena y tras ello imitó la famosa danza.